viernes, 16 de marzo de 2012

Reencuentros

Ayer por la noche llegaron Matteo y los 12 jóvenes que están llevando a cabo la "Misión Joven", la idea original fue de Ariel y se trata de visitar las aldeas donde hay cristianos o gente conocida y de saludar al jefe del pueblo. Van con tres motos y un coche. El lunes, martes y miércoles la experiencia y la acogida fue muy buena. Aunque llegaron agotados, aún tuvieron ganas de ir a las seis comunidades de base de Dianra. Yo también fui y allí me enteré que una abuelica de la comunidad había sufrido la muerte de una hija que acababa de dar a luz.

Así que hoy fui a visitarla. Estaba desolada pero como hacía cuatro años que no me veía, tristeza y alegría se fundieron en un rostro muy maltratado por los años, por el trabajp y por el clima. Me dijo que su hija lo había pasado muy mal. También vi a otra hija suya todavía muy joven que se está quedando ciega. No creo que sean cataratas porque no vi ningún punto blanco en el cristalino. No sé lo que será.

Comentando este fallecimiento con otras personas de la comunidad, me dijeron que el otro día, una mujer que tenía que dar a luz por cesárea en Sononzo no encontró ningún coche ni furgoneta que la llevara a Korhogo (a unos 180 km), así que no tuvo otra opción que ir en moto por las pistas de por aquí. Consiguió llegar sana y salva a Korhogo y dar a luz sin problemas.

Tengo la impresión de ver un milagro cada día.

Hoy, dos chicos vinieron a estudiar matemáticas y les eché una mano con el tema de "menos por menos, más; más por menos, menos..." Luego, por la noche, después de cenar, otros dos niños vinieron para que les ayudara con algunos ejercicios de francés y, de nuevo, de matemáticas. Tienen unos doce años y me dio mucha pena comprobar que tan a penas saben leer. (¿Cómo van a hacer los ejercicios si no alcanzan a leer?) Son los efectos colaterales de la guerra: la escuela se paralizó, los profesores huyeron porque no podían vivir sin su salario; la escuela recomenzó, pero los profesores llegaron más tarde, así que cogieron a "profesores voluntarios" de Diqnrq. Consecuencia: el nivel de estudios es muy bajo a pesar que los niños siguen avanzando y pasando cursos.

Bueno, haremos lo que se pueda para echar un cable. Al fin y al cabo, por eso estoy aquí.

Parece mentira pero vivimos en el mismo mundo.

Mañana me iré a Bielou y Sononzo Carrefour, a unos 50 km de aquí para hablar con los que serán bautizados durante la vigilia pascual. Aprovecharé el viaje para ver la instalación con energía solar del centro de salud de Dianra Village.

Desde la periferia.

Ramón

De vuelta a casa

Ya hace cinco días que llegué a Dianra. El viaje fue muy bien, sin problemas con los diferentes controles. Me detuve en los centros de la parroquia que estaban de camino: Sononzo y Dianra Village. ¡Fue emotivo el reencuentro!

En Dianra s/p también fue bonito. Me encantó ver de nuevo a ciertas personas que hacía cuatro años que no veía. Los niños han crecido mucho y algunos los reconozco y otros son ellos los que me dicen quiénes son.

El sábado me fui con Pietro a Dianra Village (a unos 22 km de la sede de la parroquia) para dormir allá y celebrar la eucaristía del domingo. Fue también muy intenso.

En Dianra Village han construido un centro de salud gracias a Huauquipura y ya está funcionando. La gente del pueblo está muy contenta porque no había nada de salud en este pueblo que hace dos años elevaron al rango de "sous-prefecture", como cabeza de municipio. Así que las prospectivas son muy favorables para el aumento de la población y el servicio que puede dar este centro de salud. Hay tres Senufós que terminaron el año pasado la formación de "Aide-infirmier" y con dos de ellos el centro ha comenzado a trabajar. Este año, Etienne, otro Senufó, terminará sus estudios de enfermería y será el responsable legal del centro.

Bueno, tendría muchas cosas que contaros, espero hacerlo poco a poco. A veces hay conexión de internet en Dianra s/p y puedo poneros al día de lo que voy viviendo.

Besos y abrazos.

Ramón

martes, 6 de marzo de 2012

Vuelta a Costa de Marfil

El miércoles pasado, 29 de febrero, abandoné Kinshasa y una nueva etapa se inicia en mi vida. Es difícil hacer balance de estos tres años y medio largos que he pasado en Kinshasa en la formación. Desde luego, he aprendido mucho y, quizá no soy el mismo que llegué. Creo que he crecido un poquico más como discípulo de Jesús y el sendero que me ha conducido ahí ha tendi que ver más bien con la "subida a Jerusalén" que con la "primavera galilaica".

Reconozco que estoy contento de volver a la pastoral directa. Al fin y al cabo, fue por eso que decidí ser misionero de la Consolata. Desde luego, el hecho de volver al mismo país donde estuve ayuda porque hay un cierto camino recorrido. De todas formas, vengo muy abierto a lo que el Buen Dios pueda ofrecerme en este nuevo momento de mi vida.

Ya iré contando (espero que con más asiduidad).

Ahora os escribo desde Yamoussoukro, donde llegué ayer con Pietro Villa. Mañana tendrán Consejo de la Delegación y yo aprovecharé paa ir leyendo el documento preparatorio que han hecho para la Conferencia de la delegación que tendremos en abril.

Si Dios quiere, el miércoles o el jueves llegaré a Dianra. Mi nueva misión, al menos hasta el verano. Allí estaba Manolo Grau, que ha tenido que volver a España precipitadamente para hacerse algunos análisis. Por lo que había un hueco que cubrir.

Así que a disfrutar del reencuentro y a ver cómo ha evolucionado la vida de cada uno.

Voy a intentar seguir el consejo de Inma y Rocío y voy a intentar ser breve.

Unidos en la Mesa del Pan, la Palabra y los Pobres.

Ramón