jueves, 3 de febrero de 2011

Reponiéndome de la malaria...

Mbote, bandeko.

Esta vez mi silencio prolongado hay que achacarlo a una malaria mal curada que ha vuelto más rabiosa y me ha debilitado más de la cuenta. Bueno, tampoco me puedo quejar, hacía casi tres años que no me atacaba tan fuerte. Pero, ahora, con unas cuantas inyecciones de Artemether ya estoy como nuevo (bueno, es un decir).

En este país, como decía, las cosas se complican más de la cuenta. El norte y el este siguen siendo escenarios de muerte, violación e incertidumbre. La LRA sigue haciendo estragos. Ha sido más sonado el asesinato de una monja que llevaba un montón de años trabajando por allá. pero hay muertos... y mucho silencio. En el este, se habla incluso de un nuevo grupo rebelde que se está formando en el parque nacional de Virunga (sí, el de los chimpancés). No sé, me hago muchas preguntas sobre la eficacia de la ONU. Le cambiaron el nombre oficial a la operación para añadirle "estabilización", pero no creo que uno pueda conformarse con que las muertes, las violaciones y la inseguridad se estabilicen eternamente. En Isiro, las fuerzas vivas de la sociedad civil y religiosas declararon tres días de "ciudad muerta" para protestar cpor el clima que se está viviendo. Pero estas acciones tan a penas tienen un eco en Kinshasa (ya ni siquiera digo en el mundo).
En Kinshasa, todo gira alrededor de las elecciones de noviembre. Se ha hablado incluso de fijar una fecha límite de edad de los candidatos para impedir la presentación de un "opositor histórico". Pero paarece que sólo ha sido un globo-sonda que habían lanzado para ver la acogida que tenía en la población. Mientras tanto, los chinos siguen ensanchando calles, asfaltándolas y haciendo "caniveaux" (no me acuerdo cómo se dice en español) para evacuar el agua. Ciertos lugares de la capital parecen ser privilegiados sobre otros, sobretodo el oeste, el centro y la conexión con el aeropuerto. Sí, la mayoría de la población humilde y trabajadora vive en el este y no es que tengan muchos coches ni vayan mucho al aeropuerto. Es triste, si hubiese un poco de voluntad se podría poner agua potable para todos y electricidad pero... hay otras prioridades.
Nosotros, los Consolatos, estamos de celebración porque el día 2 fue ordenado un consolato originario del norte y el 6 será ordenado otro procedente de la región situada al este de Kinshasa. Yo no podré ir a ninguna de las dos pero habrá hermanos de la comunidad que sí que irán.
Por otro lado, me he quedado con las ganas de ir al Foro Socal Mundial a Dakar, en Senegal. Hubo un momento en el que barajé esa posibilidad pero, al final, entre una cosa y otra y la malaria, pues me he quedado con las ganas. De todas formas, intentaré sensibilizar a mi alrededor con todo este tema.
Viviane, la señora que dirige el orfelinato donde voy los sábados ha vuelto de Italia esta semana. L@s niñ@s (y yo también) tenían muchas ganas de que volviera. Su presencia es muy significativa y llena de amor a tod@s es@s inocentes que han sufrido más de la cuenta y antes de tiempo.
Agradezco a tod@s las muestras de apoyo a mi presencia por estas tierras. Me siento un poco centinela del amor de Dios en medio de este pueblo, a pesar de mis limitaciones y mis incoherencias.
Un abrazo, Ramón