domingo, 13 de marzo de 2011

Con retraso, pero llego...

Mbote, bandeko.

Lamento el retraso, empecé esta entrada hace días, pero hasta hoy no se ha podido colgar. No obstante sigo transcribiendo el inicio por el interés que tiene la noticia.

Lo urgente tiene preferencia. Hoy 27 de febrero, a la una y media del mediodía ha habido tiros en la residencia del presidente. Hay seis muertos entre los asaltantes y han hecho "varios" prisioneros.
La residencia se encuentra en pleno corazón de la ciudad, en una zona residencial llena de embajadas. La policía está alerta en toda la ciudad y hay un carro de combate que protege la zona residencial donde está el presidente.
Ayer por la noche escuché tiros en el campo militar que hay al lado de casa. La causa fue otra muy distinta. Fue durante el entierro de un militar, no se sabe muy bien porqué alguien empezó a disparar y hay un policía muerto y otro herido de bala.

Como veis, todo está bastante agitado por aquí. Y sin embargo, aún quedan nueve meses para las elecciones presidenciales (que serán a una vuelta, no a dos, como las anteriores).

Por mi parte, yo me he lanzado en una nueva aventura. Desde hace dos domingos voy a la cárcel de Kinshasa acompañando a un equipo de curas, religiosas y religiosos. Como podéis imaginar, hay muchas necesidades y la situación es muy dura. Pero encuentro pleno sentido a la invitación del evangelio de Mateo: "estuve preso y vinisteis a visitarme".
Es un sitio delicado y me han dicho que no vaya en plan salvavidas. Todo tiene que pasar por la coordinadora que existe ya y tomar las decisiones en equipo, es decir, con sentido y con calma. Porque a veces, ciertas injusticias podrían hacernos tomar ciertas actitudes que a la larga se volverían contra nosotros.
En la prisión han escrito con grandes letras "JUZGAMOS NUESTROS SEMEJANTES"
¿Curioso, no? En la prissión hay once pabellones: uno de mujeres, otro de menores, otro de militares (que poco a poco se están yendo a otra prisión que han terminado de acondicionar en Kinshasa), otro de personalidades y siete "del resto". En total, creo que más de seis mil personas que sobrepasa en mucho la capacidad del centro.

Sólo os pido que de vez en cuando habléis de este país e intentéis seguir lo que pasa por aquí. Las tragedias del norte y del nordeste siguen siendo olvidadas por los grandes medios de comunicación pero en la red se encuentra todo. Sólo hay que saber buscar (y conocer francés)."

Un abrazo. Que el Dios de la Vida siga alimentando nuestra esperanza para recrear una sociedad más humana y abierta.

Ramón

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