¡Hola a tod@s!
Bueno, ya vale de vacaciones. A ver si retomamos est del blog que lo tengo más abandonado que la prensa española a mi querido Congo.
Antes de nada, quiero agradeceros a tod@s vuestra amistad y vuestra presencia en mi vida. La verdad es que he pasado un tiempo precioso de vacaciones. He sentido vuestra cercnía y apoyo en lo que hago y soy.
La vuelta a Kin ha sido meos traumática de lo que preveía. La ciudad ha cambiado bastante en estos tres meses: nuevos edificios, carreteras recién asfaltadas, semáforos que funcionan en el centro de la ciudad, señales de tráfico en varios cruces (aunque hay algunas tan pequeñas que sólo se ven cuando ya estás encima), mejoras en algunos desagües, etc.
Yo todavía no he podido ir a la Fundación Viviane porque en cuanto llegué me fui de Ejercicios Espirituales, luego, tuvimos que hacer el Proyecto Comunitario en casa (seremos de nuevo 24) e intento retomar el ritmo de cuentas, encuentros, trabajo... Sí que he podido ir a la cárcel, donde tuvimos la apertura del nuevo curso y una reunión de programación de nuestra presencia. Allá las cosas no han cambiado mucho pero, al menos, ya está en pleno funcionamiento la nueva cárcel de Ndolo, sólo para militares, y en la que, al menos, hay un poco más de seriedad y de buen trato con los presos (¿será porque son militares?)
Hala, no está mal para empezar. A ver si consigo actualizarlo al menos una vez al mes. Ah, para los que queráis seguirme en twitter allá aparezco como @koronacote e intento escribir casi a diario (si hay electricidad) informando de la realidad sociopolítica congoleña en español.
Abrazos y besos desperdigados.
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