lunes, 22 de junio de 2015

Ecos marfileños (15)

Y seguimos con las previsiones de crecimiento del FMI: 7,9% en 2015 y 7,6% en 2016 y 2017. Como ya os dije en el anterior post. Todas estas estimaciones benefician a muy pocos en este país.

El gobierno marfileño había previsto un crecimiento de 9,4%.

De todas formas, con toda la que ha caído, no sé qué autoridad tiene el FMI todavía. Además de no dar ni una, las políticas que preconiza están a años luz del beneficio de las mayorías. No sé ni cómo merecen todavía titulares.

Cambiando de tercio, este mes de junio ha sido muy lluvioso en el sur del país. En el norte, los agricultores organizan rezos para pedir la lluvia. El algodón necesita agua ahora y si no llueve las pérdidas serán enormes.

En cambio, en el sur ha habido 16 muertos (oficialmente) a causa de las lluvias torrenciales. Ya hace dos años ocurrió lo mismo. Es debido a la construcción de casas en zonas de riesgo. Las medidas tomadas hasta ahora han sido insuficientes.

Donde yo vivo, en San Pedro, es penoso ver casas inundadas porque han sido construidas en una zona donde se acumula el agua de lluvia. A veces, uno se pregunta donde está la autoridad administrativa cuando tiene que actuar. Porque no hablo de zonas enclavadas del interior sino en plena ciudad.

Hay algo más de 58000 marfileños refugiados o desplazados que huyeron a los países vecinos por la violencia postelectoral de las elecciones de 2011. De ellos, hay más de 38000 que están en Liberia.

Como acaba de declararse que Liberia no tiene ébola. Estas 38000 personas podrán volver a Côte d'Ivoire para reintegrarse en la vida social y poder participar de las elecciones de octubre (si llegan a tiempo para obtener su carta electoral, ya que el plazo termina dentro de ocho días).

Hay más de nueve mil en Ghana; más de 6000 en Guinea; más de 2000 en Togo; más de 1000 en Malí y más de 700 en otros países de la zona.

Ojalá todas estas personas puedan rehacer sus vidas después de tantos años de sufrimiento.

Perdonad el silencio pero entre los cortes de electricidad y de agua, la vida se complica en la ciudad de San Pedro.

Hasta la próxima.

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