Ecos marfileños (6)

El 30 de septiembre de 2014, la Banca para el Financiamiento de la Agricultura (BFA) ha sido puesto en liquidación por la ministra de Economía, Kaba Nialé. Esto ha sido un mazazo para todos los pequeños ahorradores que habían depositado su dinero en esta banca. Esta medida se enmarcaba en la política de saneamiento y de reestructuración del sector bancario marfileño. Mientras hacía este anuncio, ella tranquilizaba al personal de la banca y a sus clientes diciendo que se preservarían sus intereses en estos momentos especialemente sensibles de "nuevo curso escolar y final de mes".

Pero tres meses después estos intereses que eran prioritarios parecen completamente subsidiarios. Ningún plan social de los anunciados por el gobierno ha sido puesto en marcha. Basile, un pequeño constructor de San Pedro me comentaba desolado que había perdido los ahorros de toda una vida, unos 2 000 €. Como Basile, este año las fiestas de fin de año para todas estas personas han sido toda una pesadilla durante la cual se agolpaban los alquileres sin pagar, las facturas de electricidad o del agua... Y mejor era no caer enfermo...

Sin embargo, parece ser que la BFA tiene fondos importantes en la Banca Central Económica de África del Oeste (BCEAO) en la aseguradora NSIA a título de garantía de las indemnizaciones por despido y en sus cuentas del Tesoro Público de Côte d'Ivoire.

Desde entonces, las manifestaciones se suceden e incluso están pensando presentar una denuncia al Estado. Cuatro meses después de la liquidación parece ser que se tenía que empezar a reemborsar a 27.617 clientes a partir del 26 de enero de 2015.

Los primeros que tienen que ser eembolsados son 24 000 clientes que tienen entre 7,6 € y 305 €. Ellos tendrán que mostrar los documentos que acreditan que tienen estos ahorros. Los 3 617 clientes que tienen más de 305 € pasarán por caja cuando se les informe personalmente.

En un país como la Côte d'Ivoire en el que se tiene muy poca confianza para guardar los ahorros en el banco, este hecho va a aumentar la desconfianza de la gente. Uno seimpre se pregunta si no había mecanismos de control de los bancos porque ellos nunca pagan, pagan los trabajadores y los clientes.