miércoles, 27 de febrero de 2008

Vuelta a la vida cotidiana y ajetreada

Hola senderistas.

Lo cierto es que estas dos últimas semanas han sido bastante ajetreadas en Dianra s/p. Hemos tenido un problema en la misión y todavía estamos intentando resolverlo. La historia es un poco larga y no me apetece desvelar las inmundicias de nadie, así que lo resumiré diciendo que un amigo que se llama Kongnon, ha tenido un problema con las autoridades autóctonas de Dianra s/p y éstas han reaccionado de una forma desmesurada echándolo de Dianra s/p. Todo esto nos ha sorprendido en la misión porque aunque estábamos al corriente del problema, no nos esperábamos una reacción tan desproporcionada ya que el problema en sí no es algo como para echar a alguien de una ciudad.

Para poder explicar todo esto hay que tener en cuenta que aunque estamos en país senufó y Kongnon también es senufó, el cantón (“municipio”) donde vivimos es “propiedad” de los Gbató (un subgrupo senufó) y Kongnon no es Gbató sino Kafibé, que es el cantón lindante con el de aquí. Para que os hagáis una idea, podríamos estar hablando de Teruel y Zaragoza. El caso es que los Gbató son considerados “autóctonos” y todos los que no son Gbató (otros subgrupos senufó, otras etnias marfileñas, burkineses, italianos, argentinos o españoles) somos considerados como “extranjeros”. Bueno, pues resulta que si un “extranjero” tiene un mal comportamiento en Dianra s/p, tiene que andarse con mucho cuidado porque corre el riesgo de ser expulsado, mientras que entre ellos son más tolerantes.

El caso es que el miércoles pasado tuvimos una reunión en la misión para intentar ponernos de acuerdo entre nosotros sobre cómo teníamos que hacer frente a la situación y llegamos a un acuerdo (bueno, eso creía yo). Pero para nuestra sorpresa, dos días después, alguien viene por la mañana a la misión y dice que Kongnon tiene que ir a una reunión con el jefe autóctono de Dianra s/p a las nueve de la mañana. Kongnon volvió de la reunión a las doce y nos dijo que el jefe de Dianra s/p le había echado de su ciudad y que tenía que salir antes de las siete de la tarde.

Como podéis imaginar, nos quedamos de piedra. A las tres de la tarde había otra reunión con el jefe para convocar a otras personas y que dieran más informaciones. Sobre las cuatro, Pietro me dijo que fuera donde el jefe de Dianra s/p para, al menos, pedir explicaciones. Pues allí fui yo con un traductor para no perder detalle de todo lo que se iba a decir. Allí me soltó un rollo el hijo del jefe del cantón que parecía que era el que llevaba la voz cantante y yo intentando hacer mi composición de lugar. Parecía como si llevaran más de cuatro años esperando para tomar una decisión de este calibre y si no lo habían hecho antes había sido por respeto a nosotros y porque valoran lo que estamos haciendo en Dianra s/p.

Yo creí que lo más correcto no era ponerme a discutir sino el agradecer las explicaciones y me fui p’a casita.

Como podéis suponer Kongnon se fue y al día siguiente, convocamos de nuevo a los responsables de la misión para ver cómo podíamos actuar. Finalmente, uno de ellos tomó la iniciativa de ir a hablar con el “subprefecto” que es algo así como el presidente de la comunidad autónoma para que interviniera en el asunto. Éste citó a Kongnon y dijo que haría lo posible por arreglarlo. El lunes hubo una reunión entre el “subprefecto” (que, por cierto, acaba de llegar a Dianra y no ha sido ni tan siquiera “instalado” oficialmente) y las autoridades tradicionales a la que Kongnon tenía que asistir para pedir perdón. Pero resulta que como estaba cagado de miedo pues no acudió. Por la tarde, Pietro y yo fuimos a ver al subprefecto y nos dijo que todo estaba arreglado y se extrañó que Kongnon no estuviese de vuelta. Nosotros también nos quedamos bastante sorprendidos de lo fácil que se había resuelto todo.

El martes por la mañana, en la reunión comunitaria que tenemos normalmente en la misión tratamos el tema y decidimos ir por la tarde a ver al jefe del pueblo junto con otro responsable de la misión y un traductor. Decidimos comprar un poco de té y azúcar para no ir con las manos vacías. Y allí nos presentamos los cuatro a las seis de la tarde. Con muy buena educación intentamos presentar nuestras excusas al jefe que estaba rodeado de dos ancianos. Pero cuando llegó el momento crítico de preguntar si Kongnon podía reincorporarse al trabajo. Ahí uno de los ancianos saltó diciendo que no, que había hecho muy mal y que no podía venir. Pero el jefe de Dianra s/p le cortó diciendo que el asunto estaba en manos del “subprefecto”. El tercero comentó que había que ir un poco más lentos y que había que esperar todavía.

De esta reunión, sacamos las siguientes consecuencias:

· El “subprefecto” cree que todo está arreglado y, sin embargo, no es así.

· El jefe de Dianra s/p dice que el asunto está en manos del “subprefecto” sin embargo el asunto está en manos de los otros ancianos de Dianra s/p.

· Los ancianos de Dianra s/p no quieren ni ver a Kongnon y todo depende de lo que digan.

Así que nosotros llamamos a Kongnon que se ha refugiado en su aldea natal (a unos 60 km de aquí) y le hemos dicho que venga para que, al menos, pueda hablar con el “subprefecto” y pueda defenderse. Eso es lo que hizo el miércoles. Él mismo nos dijo que su “tutor” en Dianra s/p (toda persona que vive fuera de su tierra natal adopta un tutor que se convierte en su “aval” y su “testigo” ante todo lo que pueda pasar en el sitio donde se vive. Esto se da en toda Costa de Marfil, no sólo entre los senufó) había ido a hablar con el jefe de Dianra s/p y él no sabía todavía el resultado de esta conversación.

Ya veis, y durante todo este follón tuvimos la visita de Carlos, el ecónomo de los misioneros de la Consolata en Costa de Marfil para ver cómo iba nuestra contabilidad y el 16 de febrero celebramos la fiesta del Beato Allamano y yo escogí esta fecha para terminar la publicación del misal en senufó. Un trabajo de unas 150 páginas en las que he invertido buena parte de mi tiempo por estos andurriales.

El otro día pasé por casa del imam de la principal mezquita de Dianra s/p y aproveché para saludarle. Se puso contentísimo porque todavía no le había visto desde mi vuelta. Así que dos días después él hizo lo mismo, pasó por la misión y como siempre hablamos de la importancia de la paz, de mantener nuestras comunidades unidas y en buena relación y también aprovechamos para hablar un poco de la situación del país. Con él todo es muy divertido porque él habla en diulá y yo en senufó pero más o menos llegamos a entendernos, je, je, je.

Hoy Emmanuel, un catequista de Dianra Village, ha venido con su mujer y su bebé a Dianra s/p para agradecernos “todo lo que habíamos hecho” cuando su hijo, Moïse, falleció en Dianra Village hace unas tres semanas. Me llama muchísimo la atención la capacidad de recuperación que tienen las personas para sobreponerse a dramas familiares tan fuertes. Incluso la mujer reía agradeciendo que nosotros habíamos estado presentes y que nos habíamos quedado toda la noche. Los pobres son sorprendentes y tienen una capacidad de resistencia que me hace siempre pensar que un mundo otro es posible y factible si nos lo proponemos y arrimamos el hombro.

Ha pasado una semana desde que os escribí el último renglón. Tengo buenas noticias, el culebrón de Kongnon (¡qué mal suena en español!) se ha arreglado. Las autoridades autóctonas han “perdonado” a Kongnon y el Subprefecto vino a la misión para decirnos que podía volver a Dianra s/p sin problemas. Gracias a Dios, todo esto se ha arreglado pero nos ha dado una visión más profunda de la realidad autóctona que hay por aquí. Lo cierto es que han consentido que vuelva Kongnon porque están convencidos de que vamos a montar un hospital en Dianra s/p. Yo no sé quién les ha metido esa idea en la cabeza porque ya hay un centro de salud del estado y una clínica privada. En fin, paz y bien.

Os mando algunas fotos de mi última salida en “brousse” el sábado pasado. Es un campamento bastante aislado que está 20 kilómetros al interior de la carretera. Llegué por la noche porque había tenido una reunión en Dianra s/p hasta las 17h30 y a las 19h00 ya anochece. Prepararon una mesa con una flor en medio para acogerme. Son increíbles, intentan dar todo lo que tienen para que me sienta lo más a gusto posible.

Por la noche, distintas personas solicitaron hablar conmigo: enfermos, problemas matrimoniales, esterilidad y problemas de dinero. Yo hice lo que pude pero reconozco que muchas veces me siento sobrepasado ante todas estas situaciones humanas. Luego, cantaron y danzaron toda la noche siguiendo el ritmo del balafón (xilofón senufó) pero yo me fui a la cama a medianoche.

Os mando una foto de un “río” completamente seco. Estamos en plena estación seca y se nota. También os mando una foto de Rebeca embarazada, creo que la conocéis porque os mandé una pequeña anécdota de ella con sus dos hijos Michel y Marie.

También hay una foto de un hombre en su “boutique” en el campamento donde fui el sábado pasado (a unos 55 km de Dianra s/p). Como veis, intenta salir adelante vendiendo un poco de jabón, caramelos, té, azúcar, Nescafé, cigarrillos, cubitos maggi…

También os mando una foto de Irène, con su muñequito en la espalda, aprendiendo a “ejercer de mamá”. Aquí la iniciación a la maternidad empieza muy pronto. También os mando una foto de un objeto para ahuyentar las moscas que utilizan los cazadores cuando van a la caza.

Ah, me parece interesante la instalación eléctrica que improvisaron en la aldea donde fui. Utilizan una linterna con bombillas led que como consumen muy poco, pues dura mucho tiempo. ¡la imaginación al poder!

También os mando una foto de Bernadette hablando con su móvil que su padre le había traído de Abidjan, sin embargo ella me confesó que su hermana le había mandado algunos vestidos y eso le había hecho muchísima más ilusión porque no tendrá dinero para utilizar el móvil.

Y, finalmente, una foto de una mujer tumbada en una hamaca mientras visitábamos una familia donde un hombre se había herido con un fusil en la mano. Esto es el día a día de la misión, donde lo cotidiano se impone a lo extraordinario.

El miércoles me iré a Abidjan para ir a buscar a Ariel que está sacándose el carnet de conducir. Si Dios quiere, el viernes volveremos a Dianra s/p. Se avecinan unas semanas moviditas: estamos preparando la Asamblea Anual de Mujeres de la parroquia en la que se hablará sobre todo de temas referentes a la salud de las mujeres, los problemas de la regla, los embarazos y el parto y los roles del varón y de la mujer dentro de un hogar así como la educación de l@s hij@s. Yo estoy muy ilusionado con este encuentro y vamos a traer a unas hermanas de Abidjan y una comadrona de Sirassó que es senufó. A ver si todo va bien. Será del 6 al 9 de marzo en Dianra Village, a 23 km de Dianra s/p.

Un abrazo a tod@s y que el Buen Dios os dé Sabiduría para votar con un corazón alargado.

Unid@s en la Mesa de la palabra, el Diálogo y el Vino.

¡Viva Bardem!

Koroná.

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